El PGOU de Isla Cristina frena la segregación de La Redondela

El Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Isla Cristina está más que cocido y ha sido adobado por el Partido Andalucista durante una decena de años. Una firma política contraria a las aspiraciones redondeleras. La última faena de aliño se la acaba de dar el actual gobierno local socialista de María Luisa Faneca y si sale adelante tal y como va redactada su aprobación provisional, ya no habrá posibilidad para las huestes que dirige el noble de Antonio Martín Cabanillas de hincar la bandera de los círculos protectores en la Gran Vía isleña, jovencísima capital del condado marinero que nació por accidente y al calor de los movimientos telúricos posteriores al terremoto de Lisboa con la ayuda del lobby levantino que actuaba en Madrid.El PGOU isleño bendice la demarcación y lleva hasta La Redondela el sitio constructor aunque con el nombre de suelo urbanístico no sectorizado, un uso prioritario como zona verde y dotacional. Pero urbanístico al fin y al cabo. Por supuesto, ya no quedaría esa bendita franja de terreno urbanizable de 5.000 metros de por medio como marca la ley si se adapta a la norma emanada de sentencia superior. Tal resquicio legal bastaría para derrotar al ejército ciudadano de Cabanillas, al que solamente le quedaría aspirar a los máximos de autonomía que le deje la ley una vez que Gobernación digiera la sentencia del Tribunal Andaluz. De momento se tiene que conformar con un ridículo presupuesto de poco más de 200.000 euros al cambio arrancado desde los tiempos de Juan Hormigo.
La sentencia del Tribunal Andaluz que reduce de 4.000 a 2.500 los habitantes y de 7.000 a 5.000 metros la distancia necesaria entre núcleos amén de otros rezos jurídicos favorables a David frente a Goliat no ha hecho más que acelerar un proceso muy avanzado.