lunes, 2 de junio de 2008

Arquitecto admite un error en la zanja de la arqueta donde falleció electrocutado un menor en Isla Cristina

El arquitecto M.S.F. admitió hoy un "error" en las medidas con las que se desarrolló la zanja donde iba ubicada la línea de baja tensión de la arqueta que produjo la muerte por electrocución de un niño de siete años en la localidad onubense de Isla Cristina, hechos por lo que la Fiscalía solicita para cada uno de los siete acusados --entre ellos M.S.F.-- una pena de tres años de prisión.
Durante la celebración de la primer jornada del juicio en el Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva, este arquitecto admitió que el error se produjo, pero eludió tener cualquier responsabilidad en el mismo pues, según explicó, "en el esquema del proyecto --que él mismo redactó-- se contemplaban 0,8 metros de profundidad para la zanja, algo que finalmente no se llevó a cabo pero que era responsabilidad de los técnicos".
En este sentido, defendió que no percibió el "error" hasta que se produjo el fatal accidente, cuando este niño de siete años falleció electrocutado tras pisar una arqueta colocada previamente por los procesados y que carecía del aislamiento suficiente, asegurando sentirse "engañado" por el hecho de que "pagar unas arquetas y conducciones que no se hicieron luego convenientemente".
El arquitecto relató que, junto con el aparejador, visitó semanalmente estas obras, pero insistió en que su trabajo "se limitaba a la redacción del esquema del proyecto, mientras que su ejecución ya es responsabilidad de los técnicos especialistas", por lo que insistió en que "cuando se hicieron estas zanjas no sabía que se estaba haciendo con una profundidad inadecuada".
Tras la declaración de los acusados y peritos, está previsto que la vista oral concluya mañana martes con la presentación de los informes finales por cada una de las partes intervinientes en el caso, que en el día de hoy renunciaron a la prueba testifical de los padres del menor de siete años.
Según recoge el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Europa Press, el día 19 de mayo de 2002 este menor de siete años de edad se encontraba en las instalaciones de la piscina de la urbanización Monte Real y, al pisar con los pies mojados y sin calzar una arqueta con la cubierta metálica situada a la salida de esta piscina que carecía de aislamiento suficiente, sufrió una descarga eléctrica que produjo su electrocución y fallecimiento al día siguiente.
El fiscal indica que, a pesar de la inmediata asistencia médica recibida, el menor falleció a consecuencia de un fallo multiorgánico debido a la electrocución, precisando que la arqueta en la que se encontraba la instalación de cables y que provocó la descarga no reunía las condiciones mínimas exigibles para una correcta instalación y no llegaba a los 60 centímetros de profundidad y anchura, mientras que los cables no contaban con suficiente material de aislamiento y tocaban la tapa metálica de la arqueta.
la Fiscalía pide para cada uno de los siete acusados tres años de prisión por un presunto delito de homicidio imprudente, así como el pago a los padres del menor de 88.562,94 euros, esto último en colaboración con las empresas instaladoras.

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