El alcalde de Ayamonte negocia el presupuesto del 2004 de la 'era González'

El Ayuntamiento de Ayamonte ha entrado en una difícil situación jurídica y contable a raíz de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que declaraba la nulidad de la plantilla presupuestaria relativa al ejercicio de 2004. La decisión judicial declaró la nulidad presupuestaria tras un recurso del sindicato CSI-CSIF y en base a que su formación y elaboración "no fue sometida a un proceso de negociación con los sindicatos, al considerar que es patente que se incumplió el proceso negociador, en cuanto que es esencial la participación sindical como parte de su actuación representativa".Para responder a la sentencia judicial, el alcalde de Ayamonte, Antonio Rodríguez Castillo, decidió convocar para ayer mismo, un mes después de la resolución, la mesa general de negociación conjunta para el estudio y debate de la plantilla presupuestaria del ejercicio 2004. A la reunión asistieron todos los sindicatos con representación municipal, la CSIF, que posee tres delegados en la junta de personal; la UGT, con dos en la junta de personal y seis en el comité de empresa , y el Sindicato Unitario, con tres representantes en la junta de personal.El encuentro negociador retrotrae al Consistorio al año 2004, antes de la decisión unilateral del entonces alcalde, Rafael González, y a la plantilla presupuestaria que consignaba las nuevas contrataciones y los cargos de confianza municipales, ahora afectados por la sentencia del TSJA

El sindicato demandante expuso al alcalde que "la nulidad es un vicio insubsanable, que no puede enmendarse mediante una actuación administrativa posterior". Por eso la CSIF ha advertido en el encuentro celebrado en las dependencias municipales ayamontinas que existen precedentes jurídicos inmejorables que amplían la visión de este caso y que apuntan a que "si fuera posible una convalidación como la pretendida por la Corporación local demandada, sobre la base de haber sometido los acuerdos a la mesa de negociación con posterioridad a su aprobación, perdería todo su sentido la negociación".